¿Dónde viven?
Las chinches de cama son insectos no voladores, pero pueden desplazarse fácilmente caminando. Se esconden en lugares oscuros y estrechos, cerca de las zonas donde las personas duermen o descansan. Sus escondites comunes incluyen:
• Colchones (especialmente en las costuras)
• Somieres y cabeceras de cama
• Grietas en paredes, muebles o pisos
• Detrás de cuadros, enchufes o papel tapiz
• Equipaje, ropa o muebles usados
Son más activas durante la noche, cuando salen a alimentarse.

Problemas que ocasionan
Aunque las chinches de cama no transmiten enfermedades, sí causan varios problemas:
• Picaduras: causan picazón intensa, enrojecimiento, inflamación y, en algunos casos, reacciones alérgicas.
• Molestias psicológicas: su presencia puede generar ansiedad, insomnio y estrés en las personas afectadas.
• Contaminación del ambiente: pueden dejar manchas de sangre, heces oscuras y un olor dulce y desagradable.

Alimentación
Las chinches de cama son hematófagas, lo que significa que se alimentan exclusivamente de sangre. Su alimento principal es la sangre humana, aunque en ausencia de personas también pueden picar a mascotas.
• Se alimentan principalmente durante la noche.
• Insertan su boca en la piel y succionan sangre durante unos 5 a 10 minutos.
• Pueden sobrevivir semanas o incluso meses sin alimentarse, lo que dificulta su erradicación.
La chinche de cama es una plaga doméstica que causa incomodidad y problemas de salud indirectos. Su detección temprana y el control profesional son clave para evitar una infestación grave. Es importante revisar colchones, ropa y equipaje, especialmente después de viajar o al adquirir muebles usados.