¿Dónde viven?
Estas cucarachas prefieren lugares cálidos, húmedos y oscuros, donde haya acceso a alimentos y agua. Se encuentran comúnmente en:
• Cocinas (detrás de electrodomésticos, dentro de gabinetes o grietas)
• Baños (debajo de lavamanos, dentro de cañerías)
• Restaurantes, panaderías y supermercados
• Espacios estrechos, como rendijas de muebles o zócalos
Suelen esconderse durante el día y salir de noche en busca de alimento.

Problemas que ocasionan
La cucaracha germánica no solo causa incomodidad por su presencia, sino que representa un riesgo serio para la salud pública:
• Contaminación de alimentos: al caminar por basura y luego por superficies de comida, diseminan bacterias, virus y parásitos.
• Transmisión de enfermedades: pueden portar microorganismos que causan diarrea, salmonelosis, gastroenteritis y otras infecciones.
• Reacciones alérgicas y asma: sus heces, saliva y restos de exoesqueleto pueden provocar alergias y agravar el asma, especialmente en niños.
• Reproducción acelerada: una sola hembra puede producir cientos de crías en poco tiempo, haciendo difícil el control si no se actúa a tiempo.

Alimentación
La cucaracha germánica es omnívora y oportunista. Se alimenta de casi cualquier sustancia orgánica, incluyendo:
• Restos de comida
• Migajas, grasa y alimentos en descomposición
• Pegamento, papel, cartón e incluso jabón o cabello
• Basura doméstica
Pueden sobrevivir con muy poca comida, lo que las hace especialmente difíciles de erradicar sin una buena higiene.
La cucaracha germánica es una plaga persistente y dañina, especialmente en espacios donde se manipulan alimentos. Su control requiere limpieza constante, cierre de grietas, eliminación de fuentes de agua y, en muchos casos, la ayuda de un profesional en control de plagas. Prevenir su aparición es siempre más fácil que eliminar una infestación establecida.