¿Dónde viven?
Las hormigas viven en colonias que pueden variar desde unas pocas docenas hasta millones de individuos. Pueden habitar en una gran variedad de ambientes, como:
• Suelo (debajo de piedras, en jardines, campos o bosques)
• Dentro de madera (especialmente las carpinteras)
• En paredes, techos y estructuras de edificios
• En troncos, cortezas de árboles o dentro de plantas
Las especies invasoras, como la hormiga argentina (Linepithema humile) o la hormiga roja de fuego (Solenopsis invicta), se adaptan muy bien a ambientes urbanos y rurales.

Problemas que ocasionan
Aunque muchas hormigas son beneficiosas para el ecosistema (controlando plagas o ayudando en la descomposición), otras pueden causar varios problemas:
• Contaminación de alimentos: invaden cocinas y despensas, buscando comida.
• Picaduras dolorosas: especies como la hormiga roja de fuego pueden picar, causando dolor, irritación e incluso reacciones alérgicas.
• Competencia con fauna local: las especies invasoras pueden desplazar a insectos nativos y afectar la biodiversidad.

Alimentación
Las hormigas son omnívoras, y su dieta varía según la especie. Se alimentan de:
• Azúcares (néctar, frutas, miel)
• Proteínas (insectos muertos, carne, restos de comida)
• Semillas y hongos (algunas especies cultivan hongos como alimento)
• Sustancias dulces secretadas por pulgones (como la melaza
Dentro de la colonia, las hormigas comparten el alimento mediante un proceso llamado trofalaxia, pasando comida de boca en boca.
Las hormigas son una parte fundamental del ecosistema, pero cuando invaden espacios humanos pueden convertirse en plagas difíciles de controlar. Su éxito como especie se debe a su organización social, adaptabilidad y capacidad de encontrar alimento en casi cualquier entorno.